El sodio y el potasio son electrolitos, es decir, ayudan a conducir la corriente eléctrica. Si faltan, varias funciones fallan: respiración, ritmo cardiaco. Una pérdida grande es muy peligrosa.
El calor puede afectarnos de diferentes formas. Aunque se asocia sed con deshidratación, la necesidad de beber no es el mejor indicador para hidratarse. Según la cantidad de líquido perdido, la rapidez con que lo perdemos y una mayor o menor merma de electrolitos, sobre todo sodio, hace que sean tres las clases de deshidratación: isotónica, hipertónica e hipotónica.
Deshidratación isotónica. La pérdida de agua es similar a la de electrolitos, que conducen la electricidad en todo el cuerpo. Es la más frecuente (70% de los casos). Algunos signos de alerta son la piel floja, ojos hundidos y con ojeras. Ocurre en las infecciones grastrointestinales leves o moderadas, por mal uso de diuréticos y complementos con fines diuréticos y en personas que sudan mucho en condiciones normales de temperatura y humedad. La solución es tomar preparaciones de rehidratación oral que se venden en farmacias, más conocidas como suero oral.
Deshidratación hipertónica
La pérdida de agua es mayor que la de sales minerales. Se da en el 10%-15% de la población. Se siente sed intensa, las mucosas se ponen secas y rojas, hay fiebre, agitación e irritabilidad. Sucede cuando de manera voluntaria o involuntaria se ingiere poco líquido.
Los niños y los ancianos son los grupos más vulnerables a sufrir este tipo de deshidratación, más aún tras procesos febriles con mala reposición de agua, o por quemaduras o insolación por larga exposición al sol. La solución es sencilla: consiste en beber más agua, sola o enmascarada con sabores, en forma de caldos, sopas, zumos, infusiones, las conocidas como bebidas para el deportista o sueros orales.
Deshidratación hipotónica
Se pierde en proporción más cantidad de sales y de sodio que agua. En condiciones normales, puede ocurrir en personas que trabajan en ambientes cálidos y realizan un trabajo físico intenso (albañiles, bomberos), en deportistas que deben pasar pruebas en condiciones ambientales extremas o en caso de gastroenteritis acompañada de vómitos y diarreas intensas.
Los síntomas son bastante similares a la deshidratación isotónica, pero más fuertes. La solución en estos casos consiste en tomar una bebida más concentrada en sales minerales (hipertónica), salar más los alimentos o tomar, mientras dure el esfuerzo físico, un poco más de sal